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¿Qué son las Asociaciones de Apoyo?

Las Asociaciones de Apoyo a Oikocredit son colectivos de personas voluntarias constituidas legalmente en forma de asociaciones sin ánimo de lucro. Los socios y socias de estas asociaciones llevan a cabo tareas de sensibilización y difusión de la misión de Oikocredit y son una parte muy importante de la organización. Las Asociaciones de Apoyo son socias directas de la cooperativa Oikocredit Internacional, y como tales, representan en ella a todos sus socios y socias de España. Actualmente existen 3 Asociaciones de Apoyo: País Vasco, Catalunya y Sevilla.

También existe un grupo de voluntariado activo en Madrid (puedes encontrar más información sobre este grupo y sus actividades en: www.madrid.oikocredit.es).

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Manifiesto por el Comercio Justo y las Finanzas Éticas: Hacia una Economía Más Justa y Sostenible

Manifiesto por el Comercio Justo y las Finanzas Éticas: Hacia una Economía Más Justa y Sostenible

martes, 01 de octubre de 2024

En un mundo marcado por la desigualdad, la crisis ambiental y la urgencia de transformar nuestros modelos económicos, el comercio justo y las finanzas éticas representan una oportunidad concreta para construir una economía más inclusiva, sostenible y centrada en las personas. Este manifiesto está dirigido a todas las ciudadanas, asociaciones y administraciones públicas, con el fin de promover un compromiso colectivo hacia un futuro donde los valores de justicia y responsabilidad social guíen nuestras decisiones económicas.
1. El Comercio Justo: Un Modelo de Equidad y Transparencia
El comercio justo es más que una opción comercial; es una herramienta para luchar contra la explotación laboral y la inequidad en las cadenas de suministro. En este modelo, las productoras y trabajadoras reciben un pago justo por su trabajo, se promueven condiciones laborales dignas y se establecen relaciones comerciales basadas en la transparencia y el respeto mutuo. Estas prácticas no solo mejoran la calidad de vida de las mujeres y sus familias, sino que también fortalecen las economías locales, creando un impacto positivo a nivel global.
Cada vez que nosotras, como consumidoras, optamos por productos de comercio justo, no solo adquirimos bienes de calidad, sino que también apoyamos prácticas que promueven el desarrollo sostenible y la justicia social. Este tipo de comercio permite que comunidades enteras alcancen su pleno potencial económico, fomentando una distribución más equitativa de los recursos y asegurando que las mujeres, que son el pilar de muchas de estas comunidades, tengan las mismas oportunidades.
2. Las Finanzas Éticas: Un Sistema Financiero con Valores
Las finanzas éticas ofrecen una alternativa a los sistemas financieros tradicionales, dirigiendo las inversiones hacia proyectos que generan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Este enfoque financiero transforma el papel del dinero en una herramienta para mejorar la vida de las personas, reducir la desigualdad y apoyar iniciativas que benefician a todas.
A través de las finanzas éticas, nosotras, como inversoras, tenemos la oportunidad de contribuir a la creación de un entorno económico más responsable, donde las decisiones financieras no solo buscan maximizar los beneficios, sino también generar un impacto social y ambiental positivo. Este tipo de inversión promueve la transparencia, la rendición de cuentas y el compromiso con el bien común.
3. Conectando las finanzas éticas y el comercio justo
El comercio justo y las finanzas éticas comparten un compromiso con la equidad, la sostenibilidad y la responsabilidad social. Las finanzas éticas, al priorizar inversiones que generan un impacto positivo en las comunidades y el medio ambiente, pueden ser un motor clave para impulsar el crecimiento del comercio justo. 
Por ejemplo, a través de la financiación de cultivos sostenibles, las cooperativas de pequeños agricultores pueden acceder a recursos para mejorar sus prácticas agrícolas, adquirir maquinaria adecuada, obtener certificaciones internacionales, y mejorar el almacenamiento y la comercialización de sus productos. 
Este apoyo financiero ético garantiza que los productores reciban un pago justo por su trabajo, promueve la sostenibilidad ambiental y fortalece las economías locales. Así, las finanzas éticas y el comercio justo se complementan para construir un modelo económico más equitativo y responsable.
4. Una Llamada a la Acción Colectiva
El comercio justo y las finanzas éticas necesitan del compromiso de todas nosotras para lograr un impacto real. Es crucial que las asociaciones, las administraciones públicas y la sociedad civil trabajen juntas para promover políticas que fomenten estas prácticas. Como ciudadanas, tenemos un rol clave en este cambio; nuestras decisiones de compra y de inversión pueden impulsar la transformación hacia una economía más justa.
Instamos a las administraciones públicas a adoptar medidas que faciliten el acceso al comercio justo y a las finanzas éticas, desde incentivos fiscales hasta la promoción de políticas de compra responsable. Las empresas, por su parte, deben asumir la responsabilidad de sus cadenas de suministro y priorizar relaciones comerciales que respeten los derechos humanos y promuevan el desarrollo sostenible, con un enfoque especial en las mujeres, que a menudo son las más afectadas por las injusticias económicas.
5. El Futuro que Queremos Construir
El comercio justo y las finanzas éticas no son solo respuestas a problemas económicos o ambientales, sino una visión integral de cómo debería funcionar nuestra economía. Un modelo que pone a las personas, y especialmente a las mujeres, en el centro, que promueve la justicia y que respeta los límites del planeta. Al apoyar estas iniciativas, estamos construyendo un futuro donde el crecimiento económico no esté reñido con la equidad social ni con la sostenibilidad.
Este es un llamado a la acción para todas nosotras: juntas, podemos construir una economía más justa, inclusiva y responsable, donde las mujeres ocupemos el lugar que nos corresponde como líderes del cambio social y ambiental.

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