La banca ética, una respuesta a la masacre de Gaza
Estos días vemos con horror cómo el ejército israelí, uno de los ejércitos más sofisticados del mundo, está bombardeando una zona densamente poblada de civiles y bloqueada como es la Franja de Gaza. De momento ya han muerto más de 1.800 personas, el 80% civiles. Puede parecer que nosotros desde aquí no podemos hacer nada contra estos terribles hechos. Pero, por desgracia o por suerte, como miembros de la sociedad civil, nosotros también tenemos una cierta responsabilidad o capacidad de influencia.
El tema es que a través del sistema financiero, los ciudadanos de todo el mundo estamos decidiendo cómo queremos que sea esta mismo mundo. Poniendo los ahorros en un lugar u otro, estamos siento responsables de dónde va a parar este dinero y qué consecuencias tiene. Por ejemplo, en el caso de la masacre que estamos viendo en Gaza, un banco como el británico Barclays resulta altamente responsable de esta tragedia al tener acciones en la empresa El-Bit, una compañía de defensa israelí que provee drones y sistemas militares que se han utilizado en los bombardeos de Gaza.
En nuestro país, un informe realizado en 2011 por la organización Setem reveló que los principales bancos españoles invierten importantes cantidades de capital en la industria bélica. El BBVA es el principal responsable al conceder préstamos a BAE Systems, productor de armas nucleares, y a Textron, fabricante de bombas de dispersión y minas terrestres. El Banco Santander ha hecho lo mismo con siete empresas armamentísticas, entre ellas Lockheed Martin, productora de bombas de dispersión y material para armamento nuclear. Bankia posee acciones en ocho productores de armas diferentes, mientras que el Banc Sabadell tiene acciones en siete empresas de este sector. Otras entidades financieras que tienen fondos de inversión con acciones o bonos en empresas productoras de armas controvertidas son Banco Popular, Bankinter, CatalunyaCaixa, Ibercaja, Mapfre, Banco Pastor, Banco Madrid, Banca March, Finanduero y BBK. Por su parte, la campaña CaixaBanc Sin Armas denuncia que esta entidad mantiene fondos de inversión, acciones y bonos en empresas de armas controvertidas por valor de 1.862.000 euros, además de haber concedido créditos por un valor de más de 35 millones de euros entre 2005 y 2013.
Ante el horror que nos genera ver tragedias como la que tiene lugar en Gaza, es importante recordar las alternativas que existen y que se encuentran en nuestras manos. Entre éstas, y viendo la estrecha impicación de la banca convencional con la industria del armamento, se encuentran las finanzas éticas (Oikocredit, Coop57, Fiare o Triodos), que tienen como uno de sus pilares principales la no inversión en empresas que directa o indirectamente tengan a ver con la industria bélica.
Una de las bombas que estos días han asolado Gaza