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¿Qué son las Asociaciones de Apoyo?

Las Asociaciones de Apoyo a Oikocredit son colectivos de personas voluntarias constituidas legalmente en forma de asociaciones sin ánimo de lucro. Los socios y socias de estas asociaciones llevan a cabo tareas de sensibilización y difusión de la misión de Oikocredit y son una parte muy importante de la organización. Las Asociaciones de Apoyo son socias directas de la cooperativa Oikocredit Internacional, y como tales, representan en ella a todos sus socios y socias de España. Actualmente existen 3 Asociaciones de Apoyo: País Vasco, Catalunya y Sevilla.

También existe un grupo de voluntariado activo en Madrid (puedes encontrar más información sobre este grupo y sus actividades en: www.madrid.oikocredit.es).

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[Blog] ¡El tamaño sí que importa! Sobre finanzas y oligopolios

[Blog] ¡El tamaño sí que importa! Sobre finanzas y oligopolios

pexels-sloumou-15774418.jpglunes 15 julio 2024 10:35

Independientemente de como acabe la historia, la reciente noticia sobre la voluntad del BBVA de comprar el Banco Sabadell nos tendría que hacer reflexionar, y mucho. Más aun después de que 2023 fuera un año récord en beneficios del sector bancario español: los 5 principales bancos (CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter) superaron la estremecedora cifra de 26.000 millones de euros, que supone una subida del 27% respecto al 2022.

¿Y cómo consiguieron tremenda hazaña? Principalmente por la subida de tipos de interés en créditos e hipotecas (cosa que ha estrangulado a muchas familias), mientras han mantenido bajos los intereses que han pagado a la ciudadanía por sus depósitos. Unas prácticas que chocan frontalmente con las de otras entidades como Fiare Banca Etica, que en 2023 decidió destinar casi un 10% del beneficio del año anterior a un paquete de medidas de apoyo a la vivienda cooperativa y a personas socias y clientas para reducirles las cuotas de préstamos con tipo variable.

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A pesar de que Onur Genç, consejero delegado del BBVA, intentaba hacernos creer que la compra del Sabadell «redundaría en un mayor progreso económico y social» para el país y para todos los grupos de interés del banco, las razones que daba suenan a falacia, y ya podemos intuir que en realidad los principales beneficiados serán los y las accionistas. Y es que la concentración y el oligopolio bancarios, donde pocos grandes bancos dominan el mercado, plantea varios riesgos para la sociedad. En el caso español, las 4 principales entidades bancarias controlan más de dos tercios de los depósitos totales. Una anomalía en toda regla.

Y es que cuando solo unos cuántos bancos controlan el mercado, disminuye la competencia. Esto puede resultar en tasas de interés más altas y comisiones más elevadas, afectando directamente a consumidores y pequeñas empresas. La falta de competencia limita las opciones de los clientes y su capacidad de negociar mejores condiciones.

pexels-expect-best-79873-351264 Copyright: Expect Best in Pexels

La concentración bancaria también incrementa el riesgo sistémico y la estabilidad financiera. Los grandes bancos, a menudo catalogados como "demasiado grandes para caer", pueden generar graves riesgos si experimentan problemas financieros, como se vio durante la crisis financiera de 2008. Los rescates financieros masivos con dinero público transfieren el coste de los errores de los bancos a la sociedad.

El oligopolio bancario también comporta una pérdida de diversidad en los servicios financieros. Los grandes bancos tienden a homogeneizar los productos, a menudo dejando de lado las necesidades de segmentos específicos de la población, como las pequeñas empresas o los clientes de bajo poder adquisitivo, afectando así a la inclusión financiera.

Hoy en día los grandes bancos ya son un claro ejemplo de concentración de poder e influencia política, y nuevos procesos de fusión todavía les permitirían adquirir más influencia sobre los gobiernos y los reguladores, consiguiendo normas y regulaciones que les beneficien a expensas del interés público. Esta influencia puede distorsionar el funcionamiento democrático y llevar a políticas que perpetúen su dominio y reduzcan todavía más la competencia.

A pesar de que la gran banca ha subido fuerte al carro de la digitalización los últimos años, la concentración bancaria también puede estancar la innovación en el sector financiero. Las pequeñas entidades financieras y las fintechs suelen ser grandes impulsoras de la innovación. Cuando los grandes bancos dominan el mercado, pueden desincentivar la competencia innovadora, manteniendo así un statu quo perjudicial para los consumidores y para el progreso tecnológico.

Por último, y no menos importante, la concentración puede tener un impacto negativo en las economías locales. Los grandes bancos suelen centralizar sus operaciones, cerrando sucursales en zonas rurales o menos rentables, dejando comunidades enteras sin acceso a servicios bancarios esenciales -especialmente grave en el caso de la gente mayor-, y afectando el desarrollo económico local y agraviando las desigualdades regionales y sociales.

En resumen, «la medida sí que importa!»: la concentración y el oligopolio bancarios representan demasiados riesgos para la sociedad, y la gran banca ha demostrado claramente que siempre prima el interés económico de los y las accionistas. Por eso es crucial que la ciudadanía apostemos por unas finanzas más éticas, de pequeño formato, y arraigadas en el territorio (que afortunadamente hoy en día ya son una realidad consolidada), garantizando así un sistema financiero más justo y resiliente.

Artículo de opinión de David Díaz de Quijano i Barbero, coordinador de Oikocredit Catalunya, originalmente publicado en Jornal.cat.

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