[Blog] Acceso al agua potable en el mundo

Kibwa es un pequeño pueblo entre lugares tan emblemáticos como RUhengeri, puerta de entrada al parque nacional de los Volcanes, en Ruanda, y la fundación Dian Fossei para la conservación de los gorilas. A pesar de encontrarse en este lugar tan transitado por turistas, Kibwa se enfrenta a un grave problema: el acceso al agua potable.

Pero no es el único; El acceso al agua potable es uno de los derechos humanos fundamentales reconocidos por las Naciones Unidas. Sin embargo, a pesar de los avances significativos en las últimas décadas, todavía existen desafíos significativos en garantizar que todas las personas tengan acceso a agua potable segura y gestionada de manera adecuada.

En la pequeña comunidad de Kibwa vive Florence Nakalema, una mujer de 45 anos que nos podría contar muchas cosas de la problemática existente en la comunidad.

El acceso al agua potable ha sido un problema desde su niñez, un bien tan normalizado en otros países, y que no llega a muchos lares de Ruanda. Fue en una conversación que Florence escucharía hablar de un programa organizado por Tugende, una microfinanciera local que compra el preciado bien y los tanques para su suministro a buen precio, para luego ofrecerlo a aquellos lugareños que buscan cómo ganarse la vida. Florence no se lo pensó dos veces; cCon un pequeño préstamo de 822 euros al cambio, se aprovisionó de dos tanques de 1000 litros de agua cada uno. En ano y medio su préstamo estaría liquidado, y los tanques serían suyos. Su vida desde entonces es proveer de agua a sus vecinos.

 El agua es imprescindible para la supervivencia del planeta

Algo tan necesario, y de lo que tanto carecen muchos y muchas; Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, alrededor de 2000 millones de personas en el mundo aún carecen de acceso a servicios de agua potable básicos. Esto significa que porcentaje importante de la población mundial no tiene la garantía de poder satisfacer una de sus necesidades más básicas: beber agua segura y libre de contaminantes. Aunque hay zonas del África  subsahariana, donde pese a las desiguales precipitaciones si que se ha logrado reducir la población que no tiene acceso a agua, saneamiento e higiene, especialmente entre personas que viven en zonas rurales, aun hay mucho trabajo que realizar. Siguen siendo habituales las enfermedades gastrointestinales en niños africanos, sobre todo en poblados donde el agua se bebe de donde haya, sin saber muy bien la importancia de su calidad. El saneamiento y la higiene todavía son conceptos no aprendidos, y ano tras ano siguen el problema sigue.

 ¿Qué cantidad de agua potable existe en la Tierra?

La Tierra cuenta con aproximadamente 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua en total. Sin embargo, la mayor parte de esta cantidad, específicamente el 97,5%, corresponde a agua salada, dejando solamente un 2,5% de agua dulce disponible (equivalente a 35 millones de kilómetros cúbicos). Dentro de este porcentaje de agua dulce, solo el 0,007% se encuentra adecuado para el consumo humano. Esto se debe a que el 69,7% del agua dulce está congelada en los polos y glaciares, mientras que el 30% se encuentra bajo tierra, en acuíferos, y solamente el 0,3% está presente en ríos y lagos.

Es de vital importancia tomar medidas para evitar la contaminación del agua. Dado que el suministro de agua dulce disponible es tan limitado, la falta de una adecuada depuración agrava aún más su escasez. Según la UNESCO, aproximadamente el 80% de las aguas residuales son vertidas al ecosistema sin recibir ningún tipo de tratamiento.

La falta de acceso a fuentes de agua potable tiene consecuencias devastadoras para la salud y el bienestar de las comunidades. La falta de agua potable adecuada está estrechamente relacionada con la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, el cólera y la fiebre tifoidea. Estas enfermedades pueden ser mortales, especialmente para los niños y las personas vulnerables.

Además de beber agua segura, el acceso al agua potable también implica disponer de servicios adecuados de saneamiento gestionados de forma segura. Esto significa contar con instalaciones adecuadas para la eliminación segura de excrementos y la higiene personal, como inodoros y sistemas de tratamiento de aguas residuales. El acceso a servicios de saneamiento adecuados es crucial para prevenir la propagación de enfermedades y promover un entorno saludable.

Otro aspecto fundamental del acceso al agua potable es la capacidad de las personas para lavarse las manos con agua y jabón. El simple acto de lavarse las manos con agua y jabón puede prevenir la propagación de enfermedades y salvar vidas. Sin embargo, muchas personas en todo el mundo no tienen acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos, lo que aumenta su vulnerabilidad a enfermedades y afecta su calidad de vida.

Es importante destacar que el acceso al agua potable no se limita solo a las zonas rurales. Aunque muchas personas que viven en áreas rurales enfrentan desafíos significativos en el acceso al agua potable, también existen comunidades urbanas que carecen de servicios adecuados de agua potable. En algunas ciudades, hasta la mitad de la población puede enfrentar escasez de agua o tener acceso limitado a servicios de agua potable de calidad.

La escasez de agua es otro desafío importante en el acceso al agua potable. A medida que aumenta la demanda de agua debido al crecimiento de la población y al cambio climático, muchas regiones enfrentan una disminución de los recursos hídricos disponibles. Esto dificulta aún más el acceso al agua potable y pone en riesgo la seguridad hídrica de las comunidades.

El acceso al agua potable es un derecho humano fundamental que millones de personas en todo el mundo aún no pueden disfrutar. Garantizar el abastecimiento de agua potable segura y gestionada adecuadamente es crucial para proteger la salud, promover el desarrollo sostenible y combatir la pobreza. Es responsabilidad de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto trabajar juntos. En el pueblo de Florence existe ahora una mezquita que proporciona agua a los habitantes del pueblo; al mismo precio, los vecinos siguen comprando el agua a Florence, ya que saben que su negocio depende de la confianza y solidaridad de todos y todas en la comunidad. De momento, Florence ha podido pagar su préstamo y conseguir otro para su marido, recién estrenado boda boda (moto taxi). Ojala llegue un día que el agua y su uso sea unánime en el mundo.