Cómo la inversión de impacto empodera a las mujeres: Entrevista con Adama Bah, de Oikocredit

Nuestro último informe de impacto enfatiza por qué el empoderamiento de las mujeres está en el centro de nuestros compromisos. La inclusión financiera de las mujeres es una de las principales áreas de interés de Oikocredit y está en consonancia con nuestra visión de ayudar a crear una sociedad justa y global en la que los recursos se compartan de forma sostenible y todos tengan las opciones que necesitan para llevar una vida digna.

Adama Bah trabaja con Oikocredit desde hace tres años. Su experiencia en desarrollo social nos permite conocer mejor los proyectos actuales desde la perspectiva de los datos.

En esta entrevista, nos habla del trabajo de Oikocredit en torno a la promoción de la igualdad de género en comunidades desfavorecidas.

¿Qué significa para ti personalmente el trabajo de Oikocredit sobre inclusión y diversidad?

Promover la diversidad y la inclusión es importante y obvio para mí. Creo que la sociedad en su conjunto se beneficiaría si las mujeres y las personas desfavorecidas de cualquier manera tuvieran sus oportunidades liberadas y pudieran tomar sus propias decisiones en la vida.

Por esta razón, estoy feliz de trabajar en Oikocredit, porque la idea de crear igualdad de oportunidades para todos ha estado arraigada en su misión y visión de una sociedad justa y equitativa durante casi 50 años. Desde que me uní a Oikocredit, noté que aumentar la diversidad de género y el empoderamiento de las mujeres está en nuestro ADN y ha dado lugar a muchas iniciativas hasta el día de hoy.

Tomemos un ejemplo: Oikocredit desarrolló una puntuación ambiental, social y de gobernanza (ESG) en 2010 para racionalizar y armonizar la evaluación del desempeño social de nuestros socios en los diferentes equipos, regiones y países donde trabajamos. La primera puntuación ESG ya tenía en cuenta elementos de diversidad de género y la representación de las mujeres en todos los niveles de las organizaciones con las que trabajamos. Para mí, tener ese enfoque de género desde tan atrás y, más concretamente, tenerlo integrado en nuestros procesos es muy importante.

¿Hay algún proyecto reciente relacionado con la capacitación e inclusión de la mujer que destaque para usted?

Este año he realizado varias entrevistas y estudios de casos con socios sobre su camino hacia el aumento de la diversidad de género. El primer paso fue examinar y compartir los datos con colegas de nuestras oficinas regionales para identificar y conocer a los socios que están avanzando en la diversidad de género en sus organizaciones. Este proceso me ayudó a darme cuenta de que tenemos bastantes campeones de género dentro del equipo de Oikocredit.

En general, estas conversaciones han sido muy inspiradoras. Todas las personas con las que he interactuado en este proyecto coinciden en que se trata de un viaje, y no de una situación de "sí o no" en lo que respecta a la diversidad de género. Siempre se puede mejorar. Otro aspecto inspirador es darse cuenta de lo diversas que son nuestras instituciones asociadas en términos de geografía, tamaño y edad, y cómo abordan este tema.

En cuanto a las inversiones, estoy especialmente entusiasmada con la reciente inversión en el primer Bono Social de Diversidad e Inclusión emitido en Ecuador por nuestro socio desde hace mucho tiempo, la Cooperativa Jardín Azuayo, junto con IDB Invest. Este es el primer bono en el mundo que tiene incentivos vinculados al logro de objetivos sociales, en términos de ampliar la financiación a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) dirigidas y/o propiedad de mujeres, indígenas, migrantes, personas de bajos ingresos y/o personas con bajos niveles de educación. Los incentivos incluyen una bonificación monetaria si se alcanzan los objetivos, así como servicios de asesoramiento, por ejemplo para evaluar y mejorar las decisiones crediticias hacia las mujeres y los grupos infrarrepresentados.

¿Cómo planea Oikocredit seguir promoviendo el liderazgo de las mujeres entre sus socios? ¿Por qué es importante?

Seguimos recopilando y comunicando pruebas de los argumentos empresariales a favor de que las organizaciones promuevan el liderazgo femenino. Tener más mujeres líderes y más mujeres en la plantilla no es sólo algo "bonito de tener". Hacer que cualquier organización sea más inclusiva ayuda a atraer y retener el talento, y los empleados que se sienten realmente valorados están más satisfechos con su trabajo, lo que puede aumentar la productividad. Una plantilla más diversa permite tener en cuenta opiniones y experiencias más diversas, lo que puede ayudar a desarrollar productos que se ajusten mejor a las necesidades de los clientes. Además, el aumento de la presencia femenina en la dirección puede influir en los resultados financieros y comerciales de las organizaciones.

Además de demostrar los argumentos comerciales, pretendemos identificar lecciones y enfoques sobre lo que funciona y lo que no en la práctica, para seguir apoyando a nuestros socios en su propio camino hacia el aumento de la diversidad de género.

El nuevo informe de impacto muestra que la pobreza energética tiene una fuerte dimensión de género. Este es uno de los aspectos más destacados del informe. ¿Puede explicarnos cómo actúa Oikocredit en este tema?

A falta de otras fuentes de energía, sobre todo en África, se recurre a la biomasa, como la leña y el carbón vegetal, para alumbrarse o cocinar. Las mujeres y las niñas suelen encargarse de recoger leña. Esta tarea requiere mucho tiempo y energía, lo que les impide hacer otras cosas. Además, el uso de combustibles contaminantes para cocinar repercute negativamente en la salud de las mujeres y las niñas porque inhalan el humo de las hogueras y las cocinas tradicionales.

Aliviar parte de la carga que soportan los presupuestos domésticos mediante el acceso a energía limpia asequible puede ayudar a resolver algunos de los retos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas. El acceso a una cocina limpia ayuda a las mujeres y las niñas a evitar los efectos negativos sobre la salud y a controlar mejor su tiempo. Con este tiempo adicional, pueden dedicarse a otras actividades productivas o de ocio.

Al mismo tiempo, sería útil investigar más para comprender cómo aumentar aún más el impacto y empoderar más a las mujeres y las niñas a través del sector de las energías renovables. Por ejemplo, aumentar la representación de las mujeres en la dirección de las organizaciones del sector aportaría muy probablemente también beneficios útiles para sus clientes.

El nuevo informe de impacto también se centra en la agricultura. ¿Cuáles son los retos de la capacitación de las mujeres en la agricultura?

En la agricultura, las mujeres participan en pie de igualdad, haciendo tanto o más que los hombres. Por desgracia, gran parte de ese trabajo pasa desapercibido o se infravalora.

Uno de los retos consiste en hacer más visible y valorar la contribución de las mujeres. Parte del problema es que las mujeres no suelen ser propietarias de la tierra. A veces, la pertenencia a una cooperativa está vinculada a la persona que posee el título de propiedad de la tierra, mientras que el trabajo en la tierra suele ser una actividad doméstica en la que participan muchos miembros, incluidas las mujeres. En este sentido, es importante trabajar con las organizaciones asociadas para garantizar que los beneficios de la pertenencia a una cooperativa, como el acceso a la formación y a los insumos, puedan extenderse a los miembros de la familia del propietario de la tierra, que también contribuyen al cuidado de la tierra y, en última instancia, a la producción vendida a la cooperativa y, cuando sea posible, incluso a la comunidad en general.

En algunas cadenas de valor, como la del anacardo, la contribución de las mujeres es muy visible. Por ejemplo, en Costa de Marfil, el mayor productor y exportador de anacardos del mundo, las mujeres son agentes clave en toda la cadena de valor del anacardo, desde la producción hasta la recolección y la transformación. Algunos de nuestros socios del sector han tomado medidas concretas para aumentar la presencia de mujeres en todos los niveles de la organización. Una inmersión más profunda nos ayudaría a entender mejor cómo se benefician, los retos a los que se enfrentan y cómo se comparan con sus homólogos masculinos en la misma cadena de valor. Esta inmersión profunda también ayudaría a determinar cómo Oikocredit puede apoyar a los socios para promover la igualdad de género y mejorar el impacto. En términos más generales, para abordar la desigualdad de género y hacer que las cadenas de valor agrícolas sean más inclusivas, necesitamos investigar más para evaluar los mayores desafíos que enfrentan las mujeres e identificar intervenciones concretas para mejorar aún más el empoderamiento de las mujeres con nuestros socios.