Un fondo de inversión para las personas, el planeta y las ganancias

Como inversionista social, Oikocredit invierte directamente en organizaciones así como en algunos fondos sociales o sostenibles. Una de sus inversiones sostenibles es EcoEnterprises Fund, donde Oikocredit ha invertido $2 millones. EcoEnterprises Fund, con sede en Costa Rica, fue inicialmente creado como parte de The Nature Conservancy. Actualmente, ofrece capital de crecimiento a empresas de sectores medioambientales en rápida expansión como, por ejemplo, la agricultura orgánica, el ecoturismo, la forestación sostenible y la acuicultura. Este fondo comparte la triple línea de base de Oikocredit de retornos sociales, medioambientales y financieros. Recientemente conversamos con la presidenta y directora ejecutiva del fondo, Tammy Newmark, sobre la inversión sostenible y la razón por la cual EcoEnterprises Fund y Oikocredit son buenos socios.

Has estado trabajando en EcoEnterprises Fund desde sus comienzos. ¿Cómo llegaste a la inversión sostenible?

«En realidad, comencé mi carrera como banquera de inversión en Wall Street. Trabajaba en la industria de metales y minería que en ese entonces me parecía interesante. Sin embargo, fuera del horario de trabajo empecé a participar en las primeras etapas del negocio de las microfinanzas. Fue entonces que decidí volver a la escuela de negocios y hacer un MBA. Defendí mi tesis sobre emprendimiento, específicamente en países en desarrollo. Quedé fascinada con las mujeres empresarias y otros emprendedores que, por medio del ingenio y la creatividad, desarrollaron empresas exitosas con recursos limitados o sin recursos. A partir de allí comencé a trabajar en el área de energías limpias; unirme a EcoEnterprises Fund fue un paso natural».

EcoEnterprises Fund se describe a sí mismo como un fondo que «invierte en capital natural». ¿Cómo pruebas este concepto de inversión?

«Cuando trabajaba en el sector de energías renovables en la década de los noventa, vi que este era un sector con futuro. En esa época, la energía renovable era considerada arriesgada. Sin embargo, con el tiempo, la gente se dio cuenta de que era un sector con gran potencial de crecimiento. Hemos experimentado desafíos similares, de modo que para nosotros se trató de ir más allá de los límites para demostrar que una inversión sostenible y social también puede ser viable desde el punto de vista financiero. Con el correr de los años, hemos transformado la manera de pensar de la gente sobre las inversiones sostenibles. Así que nuestra función ha sido más bien educativa en lugar de demostrar que en realidad funciona, porque sí funciona».

EcoEnterprises Fund trabaja con Oikocredit desde hace ya varios años. ¿Por qué Oikocredit es un buen socio?

«Oikocredit comenzó como socio de capital, ocupando un puesto en nuestro comité de inversiones así como en nuestro comité consultivo. Esta relación se formó porque Oikocredit es lo que consideramos una "organización con ideas afines". Nuestras misiones son muy similares, y compartimos conocimientos sobre inversión. Al principio, lo que realmente nos gustó de Oikocredit fue su trabajo en las áreas rurales, específicamente la agricultura. Muchas de las organizaciones socias de Oikocredit trabajan en agricultura sostenible y tienen certificaciones orgánicas, de comercio justo y medioambientales. Así que compartimos una misión medioambiental, social y financiera».

Muchos inversionistas podrían pensar que las inversiones sostenibles son arriesgadas. ¿Qué les diría a esos inversionistas?

«La inversión siempre conlleva riesgo y por eso debe analizarse todo el panorama cuando se busca invertir. Existen muchas empresas en las que nuestro fondo querría invertir pues son muy sólidas en el aspecto social y medioambiental, pero esto no es posible porque son demasiado débiles desde el punto de vista financiero. Siempre debe buscarse un equilibrio. Si hay un equilibrio, las inversiones sostenibles no son más riesgosas que las inversiones en fondos convencionales. Sin embargo, sentimos que ofrecemos un valor agregado porque nuestras inversiones no sólo son financieramente viables sino que también devuelven algo a las comunidades y al planeta».